Alta joyería LA GIOIA NUEVA COLECCIÓN
El collar Riviere se caracteriza por más de 150 quilates de aguamarinas barrocas envueltas por el destello de un pavé de diamantes blancos. La naturaleza se hace presente en las nuevas formas de los cabujones, que Pomellato utiliza aquí por primera vez y que ofrecen a estas gemas el encanto abstracto y orgánico de las piedras moldeadas por el agua. Cada piedra está engastada individualmente en la cinta artesanal de oro blanco rodiado y diamantes blancos.
El collar Riviere está confeccionado como un conjunto único de cinco piedras lunares barrocas de más de 100 quilates que brillan con un color misterioso. Cada una de ellas está tallada con una nueva forma de cabujón, con una superficie irregular que parece orgánica y que nunca ha sido tocada por un humano. Las joyas están engastadas con una deslumbrante «cinta» embellecida con un pavé de zafiros azul claro que resalta el tono azul aciano de las piedras lunares.
Este impresionante collar explora de forma exquisita el paisaje de una tormenta de verano con 75 perlas que pasan de los grises de Tahití a los blancos de los Mares del Sur. Están incrustadas de forma experta en el característico detalle de cadena de Pomellato. Realizado en oro rosa, está salpicado de espinelas y zafiros azules y grises dispuestos en pavé por un lado, y de diamantes blancos en pavé por el otro lado. Ambos quedan unidos con un cierre de eslabón con diamantes blancos incrustados, que suman un total de más de 1.400 gemas.
Nuestros pendientes colgantes presentan una cascada de 24 espinelas grises de talla cojín que surgen como una nube que atraviesa el sol. Cada espinela, de más de 44 quilates en total, se elige de forma específica por su tono natural y está salpicada de diamantes blancos. Este conjunto extraordinario está diseñado con un innovador engaste de titanio que hace que sea ligero de llevar.
El nuevo collar Princess, que ocupa el centro del escenario como el sol al mediodía, juega con el estilo libre y poco convencional. Combina dos cadenas que son diferentes en forma, estilo y preciosidad. El gran círculo central —la forma perfecta y predilecta en los códigos estéticos de Pomellato— se convierte en la manera de unir las dos cadenas y llevar la atención a la gema protagonista. Engastada con una turmalina Paraiba de color verde laguna de 17,9 quilates con una preciosa talla ovalada y un voluminoso bisel totalmente incrustado de diamantes blancos.
Al mezclar la geometría de los eslabones oblongos de oro con la flexibilidad de los eslabones gourmette de oro blanco con diamantes en pavé, se crea un vivo contraste de materiales. La aguamarina azul marino de 15,65 quilates ha sido seleccionada por su atractivo magnético y está rodeada de diamantes blancos.
Dos cadenas de oro rosa se unen para celebrar el brillo de un pavé de más de 200 diamantes blancos que resplandecen desde un anillo central. El cierre característico de la firma Pomellato es también un bonito detalle de diseño. El encantador secreto de esta joya es el diamante oculto en la parte posterior que indica el punto de apertura.
(Turmalina Paraiba) El tema de la gema central continúa con este exquisito anillo que hace un guiño al sol con su brillante turmalina Paraiba ovalada de 25,85 quilates rodeada de un halo de 430 diamantes blancos en pavé. La emblemática gourmette de Pomellato se convierte en el perfecto cuerpo dorado. Volúmenes imponentes y suavidad extrema se alternan en la forma de esta creación.
Este anillo de oro rosa se ilumina con tonos encantadores, desde el naranja saturado del impresionante granate mandarín de 47 quilates hasta los tonos ardientes del diamante marrón y el pavé de zafiros naranjas. El cabujón ovalado, la talla icónica de Pomellato, queda engastado con unas garras que, además de ser funcionales, son un detalle decorativo y característico inconfundible de la casa.
El atardecer de nuestro viaje se intensifica con estos rarísimos ámbares mexicanos. Cada uno de ellos es elegido por su forma irregular y una vez combinados en este collar crean una encantadora secuencia asimétrica. La alta artesanía está en el corazón de lo que hacemos, y este collar a juego encarna ese compromiso en el diseño de oro rosa con pavé de diamantes blancos y marrones; su elegante ligereza evoca un jardín de bambú, al tiempo que explora la armonía de las formas orgánicas de la naturaleza.
Los racimos de cristal de roca de talla Clessidra cuadrada Nudo dispuestos por el collar largo de oro blanco se combinan con formas de marquesa, gota de lágrima o cojín, con alternancia de tamaños, gemas y pavé con eslabones redondeados con diamantes engastados. El blanco crea diferentes efectos ópticos monocromáticos: desde la cadena de oro blanco natural que brilla con calidez, hasta el efecto escarchado de los cristales de roca y el blanco puro y brillante de los diamantes.
Un espectacular anillo con una flor acuática imaginaria con más de 430 piedras bruñidas o rodiadas. Los pétalos del anillo están engastados con una paleta graduada de espinelas, zafiros y diamantes de color azul grisáceo, como los sutiles matices que aparecen al final del día.
La cadena gourmette, un icono de Pomellato desde 1967, se reinventa en un conjunto hipnótico de collar y pendientes colgantes. Más de 1.400 diamantes blancos y negros en pavé, que suman un total de 31 quilates, están engastados en los 32 eslabones del collar para crear un efecto óptico muy inconfundible de Pomellato. Los pendientes colgantes de cadena son de oro rosa y tienen un total de 960 diamantes negros, equivalentes a más de 12 quilates, que contrastan con el blanco.
En el collar «Y», el negro sensual y misterioso del azabache interpreta la noche en versión monocromática. La experiencia táctil de las esferas talladas y los elementos calados y embellecidos con un pavé de diamantes negros ofrecen un juego de sombras que exploran inspiraciones cargadas de atmósfera oriental. Esta sofisticada silueta habla de la opulencia nocturna en claro estilo inconfundible de Pomellato.
La Tie Chain es una evolución de nuestra querida cadena, meticulosamente trabajada con una artesanía excepcional para ofrecer la sensación de fluidez y sensualidad. La delicadeza de la cadena destaca frente a los dos colgantes elaborados en azabache, una piedra preciosa inusual, profunda y aterciopelada de alta joyería. Más de 1.700 diamantes blancos en pavé y dos granates en cabujón proporcionan un suntuoso contraste, como el último destello de luz de la luna en un oscuro cielo nocturno. Una exquisita bola corredera con pavé de diamantes blancos permite llevar el collar de tres maneras: con un nudo de «corbata», como sautoir largo o como una especie de cadena contemporánea.
El nuevo cuff flexible vuelve aquí con un pavé de diamantes blanco y negro en contraste, una obra maestra de la firma elaborada con 2.054 diamantes por un total de 31 quilates. La creación es audaz como la noche, con 13 elementos en pavé blanco y negro a partes iguales que se alternan con 8 elementos de oro rosa. Su núcleo de titanio hace que sea flexible y de ensueño para llevar.
